Cada día las mujeres aprendemos más y por tanto nos volvemos más exigentes. Es por esto que es muy recomendable que el hombre que quiera seducir a una mujer fácilmente aprenda diversas técnicas y métodos para satisfacerla completamente.
1. Lo primero que debes aprender es que al momento de la intimidad, la mujer y el hombre se excitan en respuesta a lo que ven y lo que sienten. Es muy importante estar en un ambiente relajado y bien iluminado, en donde los dos puedan observarse mutuamente, gozando del placer que produce la vista del todo el cuerpo del compañero.
2. Los colores en la intimidad son muy importantes, está demostrado que los colores claros y vivos excitan más que los oscuros, generan un mayor deseo y promueven las caricias intimas con mayor facilidad.
3. Una de las caricias que más excita a hombres y mujeres es la genital, empezar por un auto-orgasmo o un orgasmo provocado es ideal, en especial si lo promueve el hombre.
4. La boca es la fuente de las caricias, debe lucir sana, provocativa y carnosa. También se debe evitar el mal aliento.
5. El arte de acariciar empieza por acariciar al otro y dejarse acariciar. Así que no sientas temor de tu pareja, ella responderá a tus caricias y tú no debes frenarla porque estarás inhibiéndola dentro de la relación.
6. La mayor zona erógena es la piel, desde la punta del dedo hasta la punta de la coronilla, así que no dejes ningún espacio sin explorar.
7. Cuando encuentres zonas altamente erógenas, combina los labios, los dientes y la lengua, unos pequeños y muy suaves mordiscos acompañados de unas lamidas son uno de los mejores excitantes para las mujeres.
8. Haz recorridos por la cabeza, incluyendo su cabello, los lóbulos de las orejas, las orejas, el cuello, los pómulos, alrededor de su boca, su nariz mejillas y frente.
9. Cuando llegues al pecho, hazlo suavemente, detente en sus senos y combina caricias con los labios y pequeñísimos y suaves mordiscos acompañados de cortos lamidos, sigue con su espalda, los costados, el vientre y llega hasta los muslos.
10. Desde los muslos hasta el vientre, exactamente en el ombligo, encontrarás una gran zona erógena, rodéalos con tus besos suavemente, acarícialos con tus manos, masajéalos y si lo deseas lámelos.
11. Baja y recorre sus piernas, su trasero, su rodillas hasta sus pies. Combina pequeños y suaves mordiscos con caricias de mano y besos.
12. Regrésate por entre las piernas hasta la vagina… ¿Qué harás allí? Aplica tu imaginación y excítala al máximo antes de empezar la penetración.
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